El arte de Márai consigue envolvernos y posicionarnos en una historia de amor. Al principio nos sitúa en la óptica de Eszter, una mujer a la que su amante abandonó 2o años atrás para casarse con su hermana. El dilema moral está servido pero cuando nos hemos posicionado, el seductor aparece en escena y con su dialéctica no podemos evitar sucumbir a su influjo.
La novela es un canto al amor, la entrega como despojo de todo nuestro ser, nuestros bienes y nuestras ilusiones. Magistral el tono agridulce y la voz narrativa que nos habla desde el corazón de Eszter hasta que aparece Lajos, su amado y su enemigo, con un discurso capaz de provocar en el lector una marea de sentimientos contradictorios. Su carácter fascinante, su energía, su fuerza expresiva... traen consigo los recuerdos siempre presentes en la vida de Eszter, la dimensión del tiempo y el viento que personifica la figura masculina aventurera de Lajos.
Una lectura simbólica en la que el jardín representa la vida de Eszter, el remanso de paz, su vida espiritual disturbada por la presencia de Lajos; la casa, los bienes materiales; las cartas, el pasado, las oportunidades perdidas, y el anillo, la falsedad del amor que él le demuestra.
El momento cumbre,sin duda, la declamación de Lajos, sus palabras, el tono en el que habla nos envuelve de tal modo que estamos a punto de creer que la visión de Eszter es errónea, una serie de circunstancias acaecidas han impedido su unión y le eximimos de la culpa que le habíamos otorgado en la primera parte de la novela. Se nos presenta como un personaje más humano, con una moral en la que el hombre no es responsable de sus acciones sino de sus intenciones y justificando sus mentiras con la pretensión de embellecer la vida de los otros -sólo les dice lo que quieren escuchar-. Pero esta vez la débil Eszter, sin perder su dignidad, nos sorprende y en un gesto de carácter arremete contra él, no le va a dejar marchar sin recordarle su cobardía y sus mentiras.Finalmente se rinde a sus intenciones, firma voluntariamente los documentos por los que le cede sus bienes y hace frente a su destino. Esta vez el viento apaga la llama de la vela y Eszter se adormece, todo parece indicar que se trate del "sueño eterno".
Una invitación al mundo de la ficción. Tertulias literarias y debates sobre temas de actualidad. Selección de lecturas y autores. Conciertos, exposiciones y actividades culturales en Barcelona. Participa con tus lecturas y comentarios.
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Estimados lectores:
Os damos la bienvenida a nuestras tertulias literarias. En ellas llevaremos a cabo la crítica de una obra mensual combinando una lectura clásica y una contemporánea. Para comenzar hemos elegido: "La cena" de Herman koch y "La herencia de Eszter" de Sándor Márai". Podéis acompañarnos en nuestras reflexiones y descubrimientos literarios, así como aportar ideas y comentar o debatir las nuestras.
Un saludo literario.
sábado, 18 de diciembre de 2010
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En primer lugar congratular a la anfitriona en particular y a todas las asistentes por el fantástico clima vivido ayer en la velada.
ResponderEliminarCitando a Menchu: solo faltaba que Marai apareciera de un momento a otro.
La atmósfera creada ayer introducía de lleno al mundo de autor. La luz de las velas, el decorado navideño y el nivel de las con tertulianas así lo dispusieron.
En cuanto a la obra, a través de los dos protagonistas Eszter y Lajos fue inmediato el posicionamiento de todas. El autor muestra dos formas de concebir la ética, las pasiones y la vida tan contrapuestas que el debate está servido.
Concluimos que no se trataba de un retrato maniqueísta al respecto de un mentiroso y su engañada, sino que explica la forma en que cada uno vive su particular historia de amor.
En mi opinión esta obra tampoco se escapa del fino análisis social que caracteriza a Marai, su delicada descripción de la burguesía centro europea en los inicios del siglo pasado. No aparece de forma explícita como en "La mujer justa" pero el desarrollo de la historia así nos lo muestran.
Lajos, vividor,ocioso,mentiroso,prestidigitador, cautivador, incapaz de renunciar a ninguno de los placeres vitales por nada ni nadie. Aparece como un narcisista al considerar que su teatro y sus mentiras proporcionan a los demás instantes de felicidad.
Eszter, pasiva, convencional, orgullosa y tremendamente conservadora mantiene la misma forma de vida que todos sus an estros (la luz eléctrica)
No escapa tampoco la novela a ciertos roles sexistas propios de la época, ella mantiene la hacienda y ama, preserva su amor a través del tiempo. El, aventurero, cazador, primario, vive, disfruta y regresa a coger lo que necesita para luego volverse a marchar.
La herencia de Eszter es un buen reflejo de una época, pero es mucho más rica que un retrato ético-social, ahonda en las contradicciones del alma humana sobre el amor y la mentira, la mentira esa otra gran protagonista de la historia.
En suma leer a MARAI siempre es un goce pero debatirlo, desgranarlo y diseccionarlo como ayer se hizo, un auténtico placer.
Después de perder un largo comentario, que mi incompetencia informática no ha sabido enviar correctamente (será por el entusiasmo?), me veo incapaz de repetirme a mí misma. Ante tal tesitura, hay dos cosas que no puedo dejar pasar por alto:
ResponderEliminarLa primera, felicitar a la anfitriona por recibirnos tan espléndidamente: por su entusiasmo contagioso, y por cuidar todos los detalles, creando una ambientación tal, donde el propio Sandor Marai se hubiera sentido como en casa. Desde la magnífica “tavola”, hasta el “atrezzo” de una sala, donde los cortinajes y demás ropajes granates, eran como el telón de fondo de un escenario perfecto para la tertulia de ayer y para todas nuestras próximas lecturas centroeuropeas.
La segunda es que la lectura de La herencia de Eszter fue perfecta para el debate. No en vano el autor confronta siempre personajes, psicologías. Leer a Marai siempre tiene algo de espectáculo de belleza y nunca es banal.
Fue un placer compartir la lectura con todas vosotras.
Primero de todo quiero agradecer a Menchu, Arancha y Anna que propusieran la lectura de un libro de Marai. Fue un descubrimiento sorprendente y cautivador.
ResponderEliminarEste tipo de lecturas me provocan, irremediablemente, sentimientos contradictorios.
Lajos es un hombre mentiroso y egoísta que aunque en algunos momentos resulta atractivo y encantador no ama a Eszter, tal y como yo entiendo este sentimiento. Su concepto del amor es tan diferente al mío que le fui cogiendo manía a medida que devoraba las páginas del libro.
Eszter es una mujer muy enamorada pero pasiva, incapaz de luchar activamente por el hombre al que ama. Acepta su destino como si ella no fuera la protagonista de su vida.
ES un libro que como dijo Anna, en la tertulia, no se acaba en la última página, sino que es necesario releer las 20 primeras páginas, de nuevo, para concluirlo definitivamente.
La interpretación onírica de Arancha fue fascinante: jardín/alma, casa/cuerpo, anillo/ilusiones…