Estas navidades no podemos dejar de leer el último éxito del autor neoyorquino a quien la crítica española recibe siempre de forma entusiasta. Parece ser de aquellas novelas que nos gustaría no terminar de leer nunca por la magia y la calidad por las que destacan todas sus obras.
Os invitamos a leerlo y a participar con vuestros comentarios en el blog!!!!!
Una invitación al mundo de la ficción. Tertulias literarias y debates sobre temas de actualidad. Selección de lecturas y autores. Conciertos, exposiciones y actividades culturales en Barcelona. Participa con tus lecturas y comentarios.
Tertulias literarias for ever, selección y recomendación de autores y obras.
Estimados lectores:
Os damos la bienvenida a nuestras tertulias literarias. En ellas llevaremos a cabo la crítica de una obra mensual combinando una lectura clásica y una contemporánea. Para comenzar hemos elegido: "La cena" de Herman koch y "La herencia de Eszter" de Sándor Márai". Podéis acompañarnos en nuestras reflexiones y descubrimientos literarios, así como aportar ideas y comentar o debatir las nuestras.
Un saludo literario.
domingo, 19 de diciembre de 2010
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El placer de la lectura en solitario sólo puede ser superado por el placer de compartirla con gente, que de alguna manera incremente y multiplique ese placer.
ResponderEliminarReunirse para hablar de libros es un placer mayúsculo: tiende puentes extraños entre las personas, crea vínculos y genera extrañas energías y sinergias. Supongo que de ahí el éxito de las tertulias literarias.
Desde siempre, me encanta que me cuenten historias; Y compartirlas. La literatura es eso, historias, que se pueden disfrutar en solitario o en compañía.
Y hay una magia en estas tertulias, en este placer generado por la lectura compartida,que es salir de nosotros, para estar con otros y en otra parte.
Lo más bueno -y repetido- de la obra de Paul Auster se sitúa en la extrañeza: ves a alguién durante cuarenta años cada día en la misma ventana- con las mismas frases y sus mismos gestos- y de pronto un día ya no es. Ese- creo recordar- es el tema de "La invención de la soledad", centrada en la figura del padre y su desaparición repentina.
ResponderEliminarLa extrañeza y el recuerdo, después, de esa extrañeza, es lo más logrado a mi parecer de la obra de Auster que yo conozco ( que no es mucha).
Miles recorre, como único lugar, no-lugar, al que asirse , donde sentirse vivo, el cementario de Geen-Wood, donde observa una vez más- con extrañeza y perplejidad- viven tantos muertos como vivos deambulan en la ciudad del este donde se ha ocultado durante siete años y donde ha conocido a Pilar, el único ser vivo y real en su vida. Los vivos- parece decir el libro- sobreviven entre edificios y unas vidas precarias y cutres, en un mundo que los oprime y los ningunea, o en el que en todo caso no acaban de encontrar su lugar; tan solo los muertos "descansan en paz".
Todos vivimos esa experiencia . Ves las fotografías de los muertos, de los tan solo conocidos, o de los amigos,y te asalta la imagen concreta, el instante retenido en la memoria,de alguién que vivió- como en un suspiro o en una exhalación- cuarenta o treinta años atrás y que murió a los dieciséis años o a los veinte.Y acto seguido te sobreviene toda esa información que ya "no es". ¿ Hay experiencia más significativa y penetrante que esa ?
Morris Heller , el padre de Miles, experimenta esa extrañeza: su compañero de juventud, amigo y escritor en cartera, Marty, con quién ha compartido el recorrido de la vida , con quién ha escrito un libro - "Conversaciones en la montaña"- meditando sobre el desencanto del tiempo o el trazo de la vida pasada ( ¿ pero son la misma cosa ? ) , ha perdido en Venecia por suicidio a su hija Suki, un ser de dieciséis años , de una profunda belleza y sensibilidad, de un futuro brillante. Esa extrañeza- tan inesperada, como sino- , le sitúa ante la pérdida , y ante sus propias pérdidas también : la figura del padre ( ese mismo padre de "la invención de la soledad") que le lleva al recuerdo traumático, a la consciencia de la precariedad y decadencia de todo ( del mundo en torno, del negocio editorial que malvive haciendo aguas - ¿hasta cuando?, esa es la pregunta de la precariedad, y que recorre en el fondo del libro-; de la propia imagen o salud , el paso del tiempo, la decrepitud- Paul Auster flirtea consigo mismo en algunos de estos diálogos a través de estos personajes).
Cuando nos cuenta lo que "no es", o lo que extrañamente "no ha sido " ( como en la narración de Marty sobre la no relación entre su madre y el actor de Hollywood y esa vida, ese futurible, no sido ) el libro alcanza un tono más pausado y convincente ; cuando pretende contarnos la vida - esas vidas desvalidas, perdidas , en un escenario grotesco de cartón piedra- su ficción ya no funciona tanto.Pero ese es ya otro tema.
Rilke recomendaba al joven poeta : "Lea lo menos posible cosas de crítica estética; o son opiniones de escuela, o hábiles juegos de palabras en que hoy prevalece esta opinión y mañana la opuesta. Las obras de arte son de una infinita soledad, y por nada tan poco abordables como por la crítica.Solamente el amor puede comprenderlas y tratarlas y ser justo con ellas"; y el propio Auster, en una cita recogida en este blog, nos recuerda que una vez escrita la obra, el autor, responsable absoluto de ella, la da al mundo, pero que lo que haga el mundo con ella es absolutamente impredecible. Pero el mundo es un lugar bastante injusto, Paul- creo que lo sabes. Así que del mundo se puede esperar cualquier cosa: halagos, lisonjas, rechazos y parabienes. ¿ Hay algo más convencional que el mundo ? ( la ley, la norma,es en efecto para los griegos "nomos": convención del lenguaje, del lugar) Quizás no deberíamos fiarnos al mundo, ¿ Pero hay otro mundo que este ? ¿ "Otro mundo es posible"?- como dice la consigna. Lo dudo. El mundo es siempre "un lugar", aunque es cierto que siempre "podríamos" utópicamente ( "sin lugar", literalmente) habitar de otra manera ese lugar. No sé pero si los ricos y amos del mundo francamente nos dejarían. Soy más bien escéptico. En esas dialécticas del todo y la nada nos pasamos la vida. Cierto hay injustícias, nadie es inocente. Todos ocupamos un lugar en ese lugar. Pero creo que hablando del lugar me he metido en un laberinto , salgo un momento...
ResponderEliminar( Continua en la siguiente entrada)
¿ Qué se puede decir de un libro ? Quizás seria más justo decir : ¿ Qué nos dice o puede decir un libro ? .Toda lectura es personal. Hay tantos libros ( en un libro ) como lectores. Infinitos. ( Y lo infinito quizás- como Dios o la nada- no se puede decir ) Y ni tan siquiera los lectores son una entidad fija, sino etérea. De lo que no se sabe mejos guardar silencio, nos recuerda Wittgenstein. Quizás sí seria mejor no decir nada y guardar un respetuoso y sano silencio. Nada hay que decir , en efecto. Nada de lo que -injustamente- se dice.
ResponderEliminar( Continua)
Sociología de la vida cotidiana, podría subtitularse el libro de Paul Auster. El autor ,en efecto, se empeña en "explicarnos" todo de sus criaturas, olvidando quizás que en la literatura como en la vida más importante que lo qué se dice, es todo lo que no se dice.
ResponderEliminarLo que no se dice es la culpa.
Parece al empezar el libro que ese es el tema o el transfondo del libro( no la crisis, el bluf inmobiliario, o la vida errática de unos personajes en un mundo gris y hostil..., sino la culpa)
¿Hay otro tema?
Sigmund Freud en "Totem y tabú", nos recuerda que el inicio de la cultura esta enraizada con la culpa fundacional ( la muerte del padre, en su tesis) y la prohibición ( el incesto, la agresividad) y el establecimiento del tabú ( la religión ) como "religatio" no con el padre, sino de los hijos entre si ( la ley, el nomos).
La culpa es el gran tema de las religiones. El pecado original del Cristianismo, la expulsión del paraíso, Caín y Abel ( Auster nos cuenta ese mito al revés: Abel mata aa Caín y se siente culpable). En la tragedia griega, Edipo se quita los ojos para no ver la atrocidad, la naturaleza desnuda que nos sitúa ante el abismo...,etc.
¿ Hay otro tema que la culpa más importante ?
Parecería que Paul Auster quiera indagar en eso, pero se limita a hacer una narración externa del hecho y de como ese hecho modifica todo, lleva a perder tantas cosas y entre ellas, claro está, al personaje ( "...su salvaje retraimiento, la huida de su propia vida...", nos explica Auster de él , y también como esa herida lo convierte en un personaje adulto, marcado, "consciente" de sus actos...), para convertir al final al héroe atormentado en víctima de si mismo y de las circunstancias; marcado por el "pecado original" a repetir constantemente ( " compulsión de repetición ", lo llamaria Freud) la desgracia- la imposibilidad de la felicidad, el hecho de ser ya un expulsado de por vida, un "homeless" o vagabundo que , en efecto, son aquellos que en el mundo han sido ( culpables) sin un destino ( "...se pregunta si vale la pena esperar un futuro, cuando no hay futuro...")
Hay que reconocer en la obra de Paul Auster la escritura sobria y leíble y echar de menos quizás ( en un autor como él) la falta de ambición literaria. No es suficiente escribir una obra trabada y argumentada, es necessario escribir siempre una obra definitiva.
Ya se, Paul, que el mundo es un lugar frío e injusto. Pero no importa que haga el mundo con las obras ¿ Importa algo eso ?
Una obra notable pero.