El autor, hijo del príncipe Giulio Maria Fabrizio, reproduce en la novela el ambiente de familia aristocrática siciliana al que está acostumbrado desde su infancia. En cierto modo, es una denuncia de los privilegios de clase. A pesar de la nostalgia se trasluce una cierta simpatía a las posturas antiburguesas y al resurgir del mundo moderno.
Bassani en el prólogo de la primera edición italiana habla de la " amplitud de visión histórica unida a la agudísima percepción de la realidad social y política de la Italia contemporánea; delicioso sentido del humor y auténtica fuerza lírica".
La historia se centra casi totalmente en un único personaje, el príncipe Fabrizio, último representante de la gloria aristocrática de una estirpe, que durante siglos,"no había sabido hacer la suma de sus propios gastos ni la resta de sus propias deudas". La residencia familiar, Villa Salina, con todo el esplendor del estilo del reino de las Dos Sicilias, comienza la lenta e inevitable decadencia.
Una Sicilia y una familia que siguen el camino hacia la modernidad dejando atrás los ideales y ante la incertidumbre de lo nuevo, se despojan frente a los ojos del lector, página tras página, de la impermiabilidad que durante siglos había caracterizado a ambas. Una novela deslumbrante de gran valor literario, histórico y social.
Una novela trazada que nos sitúa dentro de un mundo y el paso del tiempo : el tiempo y espacio tienen densidad propia; es allí , y en el uso depurado, objetivo, del lenguaje , en que nos parece una obra redonda, acabada, como el propio tiempo, que describe un inicio y un final, la decedencia- ¿pero acaso no todas las famílias pequeñas, medianas o grandes, no hacen ese ciclo ? -
ResponderEliminarAsí que la novela nos cuenta una historia diferente y muy familiar a la vez. "Todas las familias...decía Tolstoi.-han pasado por eso. Nos cuenta una historia a la vez aristocrática y decadente , e intima o intimista ( pero tendría que releer esta historia para detallar esa vida intima y frágil de los personajes) . La novela de Lampedusa tiene el acierto y la virtud de contarnos algo pacientemente trazado desde dentro, como un algo vivo, con colores ,bailes y horas muertas, con la densidad del tiempo que se siente ,se palpa, como la belleza de la isla , de ese mundo.
A la vez( historia dentro de historias, pues) nos cuenta el transito de un mundo a otro, en que la família Salina , involucrada, turbada en su paz y sosiego cuotidiano, casi soporífico, de la contemplación de la belleza del paisaje de la isla- el remanso de paz de las estancias interiores de la vila, con la frágiles cortinas abiertas al viento-, con la escena inicial del encuentro del soldado muerto en el jardín ( magnífica manera de empezar la historia, por otra parte ) Au tomband du siècle ( 1860) los aires revolucionarios turban la paz y la hegemonía ( la pervivencia casi) de la familia de Don Fabrizio Corbera, Principe de Salina. Del libro la frase archi conocida: si queremos que todo siga igual, todo ha de cambiar. Tancredi, joven garibaldino, tomará la bandera de los nuevos aires, de los nuevos tiempos- que le darán carta de legitimación-, y la del posibilismo , adaptar la vieja aristocrácia obsoleta quizás ya en sus valores , costumbres y ambiciones ( y sin dinero) , con una nueva clase emergente y pronto hegemónica, la burguesía, o máa que la burguesía en este caso, la mediana clase terrateniente rural, de valores y modales vulgares , sino claramente mezquinos ( en el caso de Don Calogero, pater familias, arribista y satisfecho) ; pero con ese haber de la belleza y el dinero, una combinación irresistible y conveniente a la vez.
Debería volver a leer este libro que me dejó un regusto agradable, de una historia, un mundo, bien contados.
Imaginar cualquier palacio abandonado de la època, 1860, 1864...para adentranos en esa historia: "Nunc et in hora mortis nostra. Amen"Acababan de pasar el rosario, como cada día. Por espacio de media hora..."Y la historia nos lleva dentro de un mundo, como todos los mundos de todas las familias, desaparecido...y muy bello.