
Una historia testimonial, escrita inmediatamente después de la segunda guerra mundial, conserva la amargura intacta y el estado de shock de un superviviente que todavia no ha finalizado su viaje de vuelta, una vuelta inalcanzable a la realidad anterior pero sí a la aceptación de que las cosas no volverían a ser lo que eran.
Uno de los tres millones y medio de judíos que vivían en Polonia, uno de los dos cientos cuarenta mil que milagrosamente sobrevivieron al nazismo: Wladyslaw Szpilman, pianista de la Radio de Varsovia, al final de la guerra abre la transmisión del Nocturne de Chopin,pieza que interpretaba el primer día en que las tropas alemanas bombardearon Varsovia, séis años atrás.Será la música quién le salvará, cuando un oficial de las tropas alemanas le encuentra interpretando una bella melodía entre las ruinas.
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