Tertulias literarias for ever, selección y recomendación de autores y obras.


Estimados lectores:

Os damos la bienvenida a nuestras tertulias literarias. En ellas llevaremos a cabo la crítica de una obra mensual combinando una lectura clásica y una contemporánea. Para comenzar hemos elegido: "La cena" de Herman koch y "La herencia de Eszter" de Sándor Márai". Podéis acompañarnos en nuestras reflexiones y descubrimientos literarios, así como aportar ideas y comentar o debatir las nuestras.

Un saludo literario.






miércoles, 16 de noviembre de 2011

"My fair lady" (1964) by George Cuckor

2 comentarios:

  1. El profesor Higgins, experto en fonética, se convierte en pigmalion de Eliza Doolittle, una vendedora de flores ambulante, con el fin de refinar su lenguaje hasta hacerla pasar por una auténtica dama en el baile anual de la Embajada.

    Su amigo, el coronel Pickering, quien sigue desde el inicio el experimento, le pide no tomar ventaja de su superioridad y por tanto no mantener ninguna relación más allá de profesor-alumna. En la canción "Never let a woman in your life" deja clara su misoginia y expone cómicamente todas las desventajas de permitir que una mujer entre en su vida.

    La canción es un epílogo de situaciones en las que el profesor admite considerar a las mujeres un "auténtico peligro".

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  2. Acabo de leer unos magníficos cuentos misóginos de Guy de Maupassant - "La cita y otros cuentos", Sd. edicions -. Aunque los cuentos sean misóginos , en realidad, quienes quedan más malparados de esos cuentos son los hombres, unos auténticos ases de necedad - en un sentido del término u otro-.También este otro misógino de la novela de Bernard Shaw, el pigmalión "Higgins"- qué nombre tan curioso- es un bobalicón.

    La pregunta es : ¿ qué relación social deben mantener hombres y mujeres? ¿ Y qué relación personal? La situación o relación social social francamente importa poco, es una convención social. En cuanto a la situación y relación personal- sea esa del tipo que fuere- , existe o no existe. Ese, en realidad, es el único punto importante. Al que hay que atenerse.

    Los misóginos setán cargados de razones- esto es, de agravios-, pero falta saber si tienen razón. Es cierto que las relaciones personales, tan frágiles y cambiantes, expuestas, nos dejan o pueden dejar siempre desvalidos e inciertos, a veces perdidos o profundamente heridos o resentidos. Precisamente por eso los misóginos huyen en realidad del dolor, como gato del agua tibia, y atribuyen a la mujer un deseo cambiante, la frivolidad y otros mil males y lindezas. Pero confundir el dolor con el agravio es un equivoco ( aún cuando a veces pueda existir el agravio). Como decía Rilke, en el amor y en las relaciones personales, siempre tan únicas y cargadas de tarea y entrega, siempre cabe la huida no personal, el atenerse a lo meramente común y convencional. Cuando eso sucede el amor, la relación personal, yace ya muerta.

    Pero cierto, estas consideraciones pecan seguramente de "idealistas"; la realidad común siempre es mucho más prosaica y simple, convencional, y por ello mismo estéril.

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