¿Qué nos lleva a sentir nostalgia del pasado?. ¿por qué echamos de menos la idea de confort al estilo tradicional?, ¿se trata de un recuerdo generalizado o de la insatisfacción con nuestro mundo moderno?
Un libro exquisito que habla sobre las ideas de domesticidad y comodidad a través de cinco siglos desde los palacios medievales a las viviendas actuales.
El autor nos descubre la practicidad de ideas decorativas medievales: bancos que servían tanto para guardar cosas como para sentarse en ellos, arcas que se convertían en camas por la noche donde por el día cobijaban la ropa que las servía de colchón, muebles transportables que utilizaban los burgueses de las ciudades, interiores que recordaban sus orígenes eclesiásticos. Una época en la que se combinaba lo primitivo con lo refinado.
La posterior aparición de la intimidad en las casas de París y Londres tiene lugar al evolucionar el ritmo de vida urbano: grandes escritorios, mesas con tableros de marmol, chimeneas de diferentes estilos...
Rybczynski realiza una dura crítica contra la pobreza de las ideas arquitectónicas modernas. Además el bienestar, en su opinión, es y ha sido siempre asunto de las familias y de las personas.
Un libro exquisito que habla sobre las ideas de domesticidad y comodidad a través de cinco siglos desde los palacios medievales a las viviendas actuales.
El autor nos descubre la practicidad de ideas decorativas medievales: bancos que servían tanto para guardar cosas como para sentarse en ellos, arcas que se convertían en camas por la noche donde por el día cobijaban la ropa que las servía de colchón, muebles transportables que utilizaban los burgueses de las ciudades, interiores que recordaban sus orígenes eclesiásticos. Una época en la que se combinaba lo primitivo con lo refinado.

Rybczynski realiza una dura crítica contra la pobreza de las ideas arquitectónicas modernas. Además el bienestar, en su opinión, es y ha sido siempre asunto de las familias y de las personas.
La casa es ese pequeño sueño burgués, o un sueño pequeño burgués- "la caseta i l' hortet", que decía Macià- . Pero ,es cierto, la casa es una idea también, no tan sólo de futuro- lujo, bienestar, comodidad, espacio íntimo, propio...burgués; quizás el proletariado tenga como única casa y sueño alimentar la prole dejada de la mano de Dios- , sino también de pasado y de vida : la casa que hemos habitado, en que hemos vivido y soñado- normalmente la casa de la infancia -.Pensar en nuestra infancia y en nuestro ser es pensar en ese espacio físico que una vez nos contuvo- asociándolo a la pérdida irreparable de las cosas y del tiempo y al misterio de todo.
ResponderEliminar"Estar como en casa", se dice; ese espacio propio donde las leyes del mundo y la dureza a veces circundante se detienen y uno puede soñar, reposarse, estar a sus anchas, a su gusto. No vivir en el perpetuo desamparo .
Pero quizás no haya otra casa que el alma en que uno está siempre en la intemperie , a merced de los elementos, azotada por la lluvia, el mal tiempo o el sol lacerante. Quizás no haya otra casa que esta y la otra, en realidad , no sea sino una proyección imaginaria hacia el pasado o hacia el futuro, ese refugio en el que pretendemos instalarnos.
La casa como espacio físico de refugio es un sueño que tiene un coste , que todo el mundo parece parece perseguir como un sueño máximo, síntoma de alguna cosa, sin duda.
Pero si hablamos de la casa física, real, uno se pregunta por la gente que las habitaron y el tiempo y el mundo en que vivieron...esas magníficas casas- aún las más sencillas y modestas- de los años veinte, esas casas salvadas del tiempo, medievales o renacentistas, que nos hablan de sencillez, harmonía,, buen gusto...que uno casi quisiera deplazarse a ese tiempo, vivir esa vida. La casa, pues, también, como testimonio mudo que habla de un tiempo y de unas formas de vida y de sentir.
La casa que - en mi pequeño sueño burgués - me hubiera querido "tener" y que nunca tendré , seria una casa romana con su peristilo o jardín , un mundo interior dentro de un mundo interior. O , puestos a pedir, una magnífica vila como la del Jardín de los Finzi- Contini, donde Nicol i Alberto y todos los otros...asoman cabeza y trepan por los muros maltrechos por el tiempo.
Pero las casas no se tiene, se habitan por un tiempo, como nuestras vidas.