Extraordinarias cartas escritas por el autor en respuesta a las de un joven admirador con inquietudes literarias . En ellas Rilke habla con maestría y sencillez del destino del poeta, su dedicación, su soledad, su relación con el mundo y el absoluto,con las mujeres ... con tal ternura y belleza que crea un conjunto poético en el que se refleja su radiante personalidad, la bondad y generosidad de su alma.
Franz Kappus publicaría el epistolario veinte años después de ser concebidas, a la muerte de su maestro. Gracias a él miles de lectores que escuchen en algún momento de sus vidas la llamada de la literatura, podrán sentir al leerlas que Rilke las escribió en exclusiva para ellos, invitándoles a la reflexión para seguir o no el camino literario.
"(...) pregúntese en la hora más silenciosa de la noche: ¿debo escribir? Excave en sí mismo, en busca de una respuesta profunda. Y si ésta hubiera de ser de asentimiento, si hubiera usted de enfrentarse a esta grave pregunta con un enérgico y sencillo debo, entonces construya su vida según esa necesidad; su vida, entrando hasta su hora más indiferente y pequeña, debe ser un signo y un testimonio de ese impulso. Entonces aproxímese a la naturaleza. Entonces, intente, como el primer hombre, decir lo que ve y lo que experimenta y ama y pierde": (Rainer María Rilke, Cartas a un joven poeta)
Franz Kappus publicaría el epistolario veinte años después de ser concebidas, a la muerte de su maestro. Gracias a él miles de lectores que escuchen en algún momento de sus vidas la llamada de la literatura, podrán sentir al leerlas que Rilke las escribió en exclusiva para ellos, invitándoles a la reflexión para seguir o no el camino literario.
"(...) pregúntese en la hora más silenciosa de la noche: ¿debo escribir? Excave en sí mismo, en busca de una respuesta profunda. Y si ésta hubiera de ser de asentimiento, si hubiera usted de enfrentarse a esta grave pregunta con un enérgico y sencillo debo, entonces construya su vida según esa necesidad; su vida, entrando hasta su hora más indiferente y pequeña, debe ser un signo y un testimonio de ese impulso. Entonces aproxímese a la naturaleza. Entonces, intente, como el primer hombre, decir lo que ve y lo que experimenta y ama y pierde": (Rainer María Rilke, Cartas a un joven poeta)
" Intente, como el primer hombre, decir lo que ve y lo que experimenta y ama y pierde..."
ResponderEliminarEl sentido sagrado de la soledad, de la vida, del amor, del arte...fluyen por las páginas de este libro.
El libro- una serie de diez cartas, escritas desde "París, febrero de 1903" hasta "parís, el día siguiente de Navidad 1908"-, responde a las inquietudes de un joven señor Kappus , joven alumno de la Academia militar de Wiener-Neustad - dónde el joven Rilke ha compartido los recreos y horas escolares, el sentido profundo de soledad y de abandono, el convencionalismo que acompaña todas las obras humanas- , quién acude a él, por mediación indirecta del buen profesor Horacek, pidiéndo consejo sobre la dedicación a la poesía y la calidad de sus versos. Pregúntese en su hora más oscura ¿ debo escribir? Y si así lo resuleve , si siente que su vida no tendría sentido sin ese acto, escriba, sencillamente, con humildad aténgase a la naturaleza de las cosas- " no hay medida de tiempo ; un año no cuenta, y diez años nada son. ser artista es no calcular y no contar, madurar como el árbol..."-diga lo que ve y lo que siente. Viva en silencio, en soledad.
"No salga fuera, en el interior habita la verdad", resuenan las palabras de Agustín.
Para otro joven de apenas diecinueve,veinte años, descubrir este libro, como una voz propia, como un libro propio , que quizás había escrito él mismo en sus años infantiles y en su soledad profunda, fue un regalo esperado y un alumbramiento en el que ahora, pasados los años, todavía vive.
Pero la pregunta- diletante- ¿ debo escribir?, no tiene respuesta aún- o quizás precisamente por eso tenga ya una respuesta. La necesidad se escurre por los pozos de los días.
Una vez más hay que aprender de la soledad, estar solo, durante días y días, años y años, no ver a nadie, esperar pacientemente como el árbol en invierno, que parece muerto, inerme, que tal vez un día la vida, por efímera y pobre que sea, florezca.
Sobre el amor :
ResponderEliminar"Y este amor más humano, que se realizará infinitamente delicado, y cuidadoso, y bueno y claro en el atar y el desatar, se asemejará al que penosamente preparamos luchando : el amor que consiste en que dos soledades mutuamente se protejan, se limiten y se reverencien"
( Carta VII)
Sobre el arte :
ResponderEliminar"Las obras de arte son de una infinita soledad, y por nada tan poco abordables como por la crítica. Sólamente el amor puede comprenderlas y tratarlas y ser justo con ellas "
( Carta III)
"Las cosas no son tan comprensibles y descriptibles como generalmente se nos quiere hacer creer. la mayor parte de los acontecimientos son indecibles; se consuman en un ámbito en el que jamás ha penetrado palabra alguna, y más indecibles que todo son las obras de arte, existencias misteriosas cuya vida perdura, al contrario de la nuestra , que pasa"
( Carta I)
"Todo es : llegar hasta el término, y después dar a luz. Dejar completarse cada impresión y cada germen de sentimiento absolutamente en sí, en lo oscuro, en lo indecible, en lo inconsciente,en lo inasequible al propio entendimiento, y esperar con profunda humildad y paciencia la hora del nacimiento de una nueva claridad; sólo eso es vivir como artista: en la comprensión como en la creación.
Para ello no hay ninguna medida de tiempo; un año no cuenta; y diez años nada son. Ser artista es: no calcular y no contar; madurar como un árbol, que no apura sus savias y que está, confiado, entre las tormentas de primavera, sin la angustia de que no pueda llegar un verano más. Llega, sin embargo. Pero solamente llega para los que tiene paciencia y viven despreocupados y tranquilos como si ante ellos se extendiera la eternidad. Lo aprendo diariamente; lo aprendo en medio de dolores a los cuales estoy agradecido: Paciencia es todo"
(Carta III)
Sobre el convencionalismo y el amor :
ResponderEliminar"Ningún campo del existir humano está tan surtido de convencionalismos como éste; salvavidas de varia invención, botes y flotadores hay ahí; el espíritu social ha sabido crear toda clase de albergues; pues siendo propenso a tomar la vida amorosa como un placer, tuvo que volverla también fácil, barata, y sin riesgos, como son los placeres públicos.
Es verdad que muchos jóvenes que aman falsamente, es decir, faltos de soledad, simplemente entregándose ( el promedio siempre se mantendrá en esto), sienten como la opresión de una falta, y a su manera quieren hacer apto y fértil para la vida el estado a que han llegado ; pues su naturaleza les dice que las cuestiones de amor, menos aún que todo lo que es importante de otro modo, no pueden tener solución pública, con arreglo a tal o cual convenio; que son cuestiones inmediatas entre ser y ser; que en cada caso necesitan una respuesta nueva, particular, sólo personal... Pero los que ya se han confundido y no se limitan ni diferencian más, los que ya no poseen nada propio, ¿ cómo habrían de hallar una salida de sí mismos, de lo profundo de la ya derrumbada soledad ? "
(Carta VII)
Sobre la soledad:
ResponderEliminar"Únicamente el individuo que está solo es- como una cosa- sometido a las leyes profundas, y cuando sale al despuntar la mañana , o mira afuera a la noche, llena del acontecer, y cuando siente lo que sucede allí , entonces cae él como de un muerto toda jerarquía, no obstante encontarse en medio de lo que es puramente vida"
( Carta VI)
"Hay solo una soledad y es grande , y no es fácil de llevar; y a casi todos les sobrevienen horas que trocarían gustosos por alguna comunicación - aún vulgar y anodina- , por la apariencia de un mínimo acuerdo con el primer llegado, con el más indigno...Pero tal vez sean éstas, precisamente, las horas en que crece la soledad; pues su crecimiento es doloroso como el crecimiento de los niños, y triste como el comienzo de las primaveras . Ello no debe confundirlo. Pues lo que hace falta es sólo esto : soledad, gran soledad interior. Ir-hacía-sí, y durante horas no encontrar a nadie ; he ahí lo que hay que lograr. Estar en soledad como lo estaba uno de niño cuando las personas mayores iban y venían enredadas en cosas que si parecían importantes y grandes era porque esos mayores tenían el aire tan atareado y porque nada se comprendía de su hacer "
( Carta VI)
"Somos solitarios. Uno puede acerca de esto ilusionarse y hacer como si no fuera así. Eso es todo. Pero cuánto mejor es reconocer que lo somos; aún más: partir de ahí"
( Carta VIII)
"Pero todo lo que ,acaso, alguna vez sea posible para muchos, el solitario puede ya prepararlo y construirlo con sus manos, que se equivocan menos. Por eso, querido señor, ame su soledad, soporte el dolor que le ocasiona; y que el son de su queja sea bello. Pues los que están cerca de usted están lejos,dice; y esto demuestra que se forma un ámbito en torno de usted. Y si su cercanía es lejana, entonces su ámbito ya linda con las estrellas y es casi infinito, en el cual, claro es, no puede llevar consigo a nadie ; y sea bueno con los que se rezagan, y esté seguro de usted y tranquilo ante ellos, y no los atormente con sus dudas y no los intimide con su confianza o su gozo, que no podrían comprender. procure cierto modo de comunión sencilla y leal con ellos, comunión que no debe cambiar necesariamente aun cuando usted mismo experimente sucesivas transformaciones; ame en ellos la vida bajo una forma extraña y sea indulgente con los hombres que envejecen , pues temen la soledad en que usted confía"
( Carta IV)
Sobre él mismo :
ResponderEliminar" Y si aún tengo que decirla alguna cosa, es ésta: no crea usted que quien trata de confortarlo viva sin fatigas entre las palabras simples y reposadas que a usted a veces lo alivian: su vida está llena de trabajo y tristeza, y queda muy atrás de ellas. Pues si fuese de otra manera, él nunca habría podido hallarlas"
( Carta VIII)
Sobre la vida:
ResponderEliminar"No tenemos ningún motivo de recelo contra el mundo, pues no está contra nosotros. Si él tiene espantos, son nuestros espantos; si tiene abismos, estos abismos nos pertenecen; si hay en él peligros, debemos procurar amarlos. Y si organizamos nuestra vida con arreglo al principio que nos aconseja atenernos siempre a lo difícil, entonces aquello que todavía nos parece lo más extraño nos resultará lo más familiar y fiel. ¿Cómo podríamos olvidar los viejos mitos vigentes en el origen de todos los pueblos; los mitos de aquellos dragones que en el momento culminante se tornan princesas? Todos los dragones de nuestra vida tal vez sean princesas que sólo esperan vernos un día, hermosos y atrevidos. Tal vez todo lo terrible no sea, en rigor, sino lo inerme, lo que requiere nuestra ayuda.
Así, querido señor Kappus , no debe alarmarse cuando la tristeza se eleve ante usted, tan grande como nunca haya visto; cuando una turbación pase como luz o sombra de nubes sobre sus manos y sobre todo su hacer. Debe pensar que algo en usted se verifica, que la vida no lo ha olvidado y que lo tiene en la mano ; ella no lo dejará caer. ¿ Por qué excluir de su vida una inquietud, un dolor, una melancolía, puesto que no sabe cómo trabajan en usted esos estados de ánimo ?Por qué acosarse con la pregunta : ¿ de dónde puede provenir todo eso y a dónde quiere ir ? Pues usted bien sabe que se encuentra en evolución y que nada deseaba tanto como transformarse. Si alguno de sus procesos es enfermizo, piense que la enfermedad es el medio por el cual un organismo se libra de lo extraño; es preciso, entonces, ayudarlo a estar enfermo , a tener íntegramente su enfermedad y a hacer que ella irrumpa, pues esto constituye su progreso. En usted, querido señor Kappus ¡ ocurren ahora tantas cosas! Debe usted ser sufrido como un enfermo y confiado como un convaleciente; porque quizás sea usted ambas cosas. Más : usted es también el médico que ha de vigilarse. Pero en cada enfermedad hay muchos días en que el médico no puede hacer más que esperar . Y esto es lo que , sobre todo , tiene usted que hacer ahora, en tanto que es su propio médico.
No se observe demasiado. No extraiga conclusiones precipitadas de lo que le ocurra; déjelo ocurrir, simplemente. De lo contarrio usted llegará con demasiada facilidad a considerar con reproches ( esto es : en sentido moral) su pasado, el cual, naturalmente , es parte de todo lo que ahora le sobreviene"
(Carta VIII)
"No se deje engañar por las superfícies; en las profundidades todo se vuelve ley. Y los que viven el misterio falsa y malamente ( y forman legión) , no lo pierden sino para sí mismos , pues lo transmiten sin conocerlo, como una carta sellada"
(Carta IV )
Las cartas son testimonios mudos de nuestro tiempo intimo. Leer una carta es como leer una vida...Retener, rescatar del olvido unos instante, el espíritu propio , profundo, de quien la escribió.
ResponderEliminarQué diferente nuestra época de sms, de mensajes esteriotipados e indistintos, nuestro mundo que de tan virtual es puramente virtual él mismo, donde ya nada tiene su tiempo y espacio, donde todo ya pasó, ya fue.
Las cartas son el inicio o el término de alguna cosa - Una amistad, una relación comercial, un amor...- , o el inicio y el término de alguna cosa- una amistad, una relación comercial, o un amor...- ; testamentos sellados que necesitan ser abiertos por las manos a ellas destinadas; aquellas mismas que ,solícitas y anhelosas ,abrirán y cerrarán un tiempo.
Cada carta , en efecto, tiene uno y sólo un destinatario y uno y sólo un remitente ; dos seres solitarios que se comunican el el abismo de los días , quizás más allá de las convenciones, entre luces y sombras . Dos seres que se hablan entre signos...Entre signos se comprenden , entre signos se ignoran.( Toda carta en efecto necesita ser interpretada; tan sólo unas pocas , aquellas que hablan desde el alma, acaso escapen al equivoco de los signos y aprendizes)
A veces , las cartas llegan solicitas, a veces las cartas son como mensajes en una botella de naufrago que las corrientes revueltas arrastran a la espera de un destinatario. Hay cartas que matan, cartas que dan la vida.Cartas que abren un tiempo, cartas que lo cierran. Cartas benéficas, cartas maléficas...¿ Qué seria de nuestra vida sin las cartas, las cartas a un joven poeta ? Quien no haya recibido jamás una carta , tal vez no exista . Quien la recibió almenos puede vivir del recuerdo , o del anticipio de unos días nuevos , donde otra luz , otra vida, tal vez nazca .
Las cartas son portadoras de tristezas y alegrias...Es la vida quien las lleva, y acaso las envie. Las cartas, unos signos escritos en la oscuridad de una vida.