Parece una ficción pero no lo es... Gracias a los espacios colaborativos en la web ha surgido una corriente en la que el intercambio de tiempo u objetos se ha globalizado.
Una de las iniciativas en esta línea es una red social basada en la teoría del banco de tiempo. "Kroonos" es un espacio interesante donde se puede dar y recibir ayuda a cambio de tiempo. Para ello, cada usuario tiene una "cuenta corriente" con la que va a poder realizar una "transferencia de horas" para pagar a su benefactor por el servicio que haya disfrutado.
Otra propuesta sin ánimo de lucro "Vols tens" (http://www.volstens.unmicroclima.com/) pone en contacto a los usuarios que ofrezcan objetos que ya no usan pero que continúan siendo útiles. Tan fácil como escribir un anuncio y si alguien está interesado se pondrá en contacto para recoger el objeto. Si por el contrario, el interés es adquirir algún objeto se hace el contrato con el propietario para acordar los términos de entrega.
Otras redes facilitan intercambios de objetos o libros entre coleccionistas o incluso de casas para pasar las vacaciones, una manera económica y cómoda de viajar, que consiste en instalarte en una casa ajena al módico precio de dejar la tuya propia (http://www.homeforexchange.com/).
Con todos estos intercambios parece que volvamos a revivir la época de los orígenes del comercio, a la que hemos incorporado los avances tecnológicos. El trueque fue la manera en que las antiguas civilizaciones empezaron a comerciar, se trataba de intercambiar mercancías por otras mercancías de igual valor. El principal inconveniente de este tipo de comercio fue que las dos partes involucradas en la transacción comercial tenían que coincidir en la necesidad de las mercancías ofertadas por la otra parte. Para solucionar este problema surgieron una serie de intermediarios (páginas web actuales)que almacenaban las mercancías involucradas en las transacciones comerciales. Estos intermediarios muy a menudo añadían un riesgo demasiado elevado en estas transacciones, y por ello este tipo de comercio fue dejado de lado rápidamente cuando apareció la moneda.
¡Y yo que no sabia que tenia una cuenta corriente de tiempo !
ResponderEliminarMe parece una idea del tiempo propia de la globalización...del comercio. Vender tiempo, ¿ no es eso el trabajo asalariado y tantas otras formas de relación social ? ¿ No era en la antigüedad, esa precisamente, la diferencia entre un esclavo y un ciudadano libre ? ¿ Y no recordaba el Estagirita que el que vive en la inmediatez, en el "negotium", está fuera de la naturaleza? Pero, es cierto, vivimos en un tiempo acelerado. Supongo que la idea debe de tener un sentido solidario, y no meramente instrumental o mercantil- o pre-mercantil-, que se me escapa, y , sin embargo,en cierto sentido parece una idea perversa en si misma.
¿Estamos dentro de la relación instrumental de compra y venta, sin dinero ? ¿ Qué diferencia hay entonces respecto al intercambio o transacción meramente mercantil ?
Desde mi punto de vista, habría que regalar tiempo, dar el tiempo, pero no intercambiar tiempo.
Al fin y al cabo ,como se dice , no hay que confundir valor y precio. El tiempo no tiene precio; pero apenas le damos valor.
Todo lo importante es gratuito. ¿ Vamos a banalizar aún más el tiempo ? ¿ O hablamos de un comercio para pobres, o para alternativos...- sin sentido peyorativo - ?. Pero seguro que se me escapa el fondo de la idea, que debe de ser una buena idea.
Otras dos páginas interesantes y gratuitas de intercambio de casas : witchome.org y geenee.com.
ResponderEliminar