En 1900 Lou Andreas-Salomé realiza un largo viaje a Rusia con el escritor alemán Rainer Maria Rilke. Un viaje que le lleva a las entrañas del país, donde la pátina occidental aún no se ha superpuesto a la tradición centenaria. En el camino no sólo se encuentra con su patria sino que en el éxtasis de la contemplación del paisaje y de sus gentes se descubre a si misma y reflexiona sobre su pasado, exterior e interior se unifican en una sola realidad. "En todas partes arraigaba un sentimiento entre la plegaria y la alegría, los colores se mezclaban proporcionando un gozo inmenso, celestial".Del encuentro con Tolstói escribe: " Tolstói nos causó una profunda emoción, quedamos conmovidos por aquel hombre excepcional,completamente espiritualizado, como si ya no perteneciese a este mundo"."Una figura enjuta, encorvada, un rostro lleno de sensibilidad y también de pesadumbre, con una indudable distinción, como si estuviera por encima de todo o de vuelta de todo". " Vive como un extraño en su propia casa, solo, apartado, distante, totalmente ajeno al mundo".
El paisaje ruso envuelve sus reflexiones, la llanura sinuosa, los lirios de los valles, los abedules, los peregrinos, los estanques serenos y las iglesias antiquísimas. "Las casas tan pequeñas, el paisaje tan grande!"."Quien vive aquí entrega el alma".
"Se necesita una perspectiva amplia, profunda, una visión de conjunto para comprender que ha significado en el fondo este viaje":"Algo que no había pedido; vino a mi y me tomó de la mano".Las últimas páginas recogen su visión esperanzada de la última etapa de la vida: "... envejecer también puede traer consigo una renovación, no es una puerta que se cierra, sino que se abre inesperadamente para entrar en un mundo espléndido". "Contemplar y profundizar, buscar el equilibrio y serenarse, hacerse eco de lo que nos propone la realidad , descubrir el camino de la creación artística como liberación de uno mismo y por fin, con la edad, irse perdiendo a lo lejos como un sonido, leve, en el todo":
Sabias palabras recogidas en un diario de viaje de una autora fascinante que se adelantó a su tiempo, con "la inteligencia de un águila y la fuerza de un león" según las palabras del propio Nietzsche.
Lou Andreas-Salomé ( San Petersburgo,1861), hija de Gustav Von salomé , de ascendéncia franco alemana, al servicio de los Romanov, y de Louise Wilm, hija de un rico comerciante germano- danés, conoce en un viaje por Europa, a Malwida Von Heysenburg, discípula de Richard Wagner.En su casa de Roma, en la Via della Polverivia-centro de reunión de artistas, políticos, intelectuales-, conocería a Paul Rée , y después, por mediación de éste, a Friedrich Nietzsche. Este, fascinado, le propondrá en varias ocasiones matrimonio. Ella le dará largas.En el libro que nos ocupa, describe ,además, a Nietzsche como un hombre enfermo, y a su superhombre como un débil vital( adentrándose así en esa peligrosa relación entre biografía y obra)
ResponderEliminarCon el poeta de Praga , Rainer Maria Rilke, había de realizar en el 1900 el viaje que da título al libro ( dietario, apuntes de viaje, en realidad).
Lou se reencuentra con Rúsia y "el alma rusa"; se reencuentra también consigo misma y con el pasado.Interesante ,a mi parecer, la referéncia al alma rusa y al paisaje. Basta leer "Anna Karenina" para percibir la impronta , indeleble y profunda ,que ese paisaje , abierto, con los árboles acariciados o mecidos por el viento, tiene en el transfondo sentimental del escritor. Esa vivéncia es la que le ancla a la naturaleza y a la vida.Son paisajes abiertos y efusivos, sentimentales.
Existe - a mi más que modesta opinión- una relación profunda entre el paisaje y la literatura. Leer "El Castillo" de kafka en mi juventud y ver, años después ,ese mismo paisaje imaginado , en los pueblos de Chequia, cubiertos por un metro de nieve y dispersos en el aire gris, fué para mi toda una revelación.
Kafka había leido ese paisaje, como probablemente el huraño Lev Tostói despertaba al alma de los vivos viendo amanecer y anochecer; el paisaje y todos los seres que lo habitan perpetuandose en el misterio de lo sagrado.